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lunes, 22 de julio de 2013

REGRESAR A LA DIETA ANCESTRAL PARA CONSERVAR LA SALUD

Antiguamente, en el imperio incaico no había carreteras, ni autos, ellos construyeron caminos de herradura, caminaban los hombres junto a sus animales de carga. Ellos se dedicaban a la agricultura, crianza de animales, metalurgia y a la construcción. Su dieta se basaba en el consumo de la quinua, kiwicha, maíz, cuy, alpaca,  llama, pescado, tuna entre otros alimentos, ellos no tenían productos alimenticios procesados ni utilizaban preservantes, ni colorantes artificiales. Realizaban mucha caminata. A esta dieta antigua se le conoce actualmente como la dieta ancestral. La dieta ancestral es aquella que nuestros antepasados comieron y que  permitió un  funcionamiento mejor de su organismo, probablemente tuvieran buena salud.
Nuestros antepasados probablemente no han padecido de tantas  enfermedades como actualmente, la padecemos, tales  como: la osteoporosis, obesidad, stress, arterioesclerosis, enfermedades cardiovasculares, diabetes,  cáncer, alergias alimenticias, enfermedades neurológicas, reumatológicas, alzheimer, asimismo no se ha encontrado tanto índice de mortalidad como actualmente tenemos a causa de estas enfermedades.
Actualmente, se ha cambiado de nuestra dieta ancestral por otra. Ahora comemos productos procesados que poseen antioxidantes, preservantes y colorantes artificiales y alimentos transgénicos. Comemos pocas frutas, verduras. Tomamos bebidas gasificadas, bebidas hipercalóricas, también tomamos leche, y muchos productos hipercalóricos. No realizamos ejercicios. Todo esto probablemente  sea la causa del padecimiento de las enfermedades crónicas antes mencionado. Este cambio se debió a la transculturización que nos han impuesto otros patrones alimenticios y nos alejamos de nuestra dieta ancestral.
Cuando estuve realizando un trabajo de investigación en todas las regiones del Perú preguntando a las personas sobre sus hábitos alimenticios, se observó que aquellas personas que mantuvieron su dieta ancestral como por ejemplo los pobladores altoandinos se observa que no desarrollan las enfermedades que en la actualidad, si tienen los que si se alejaron de su dieta ancestral. Existen a la fecha poblaciones altoandinas que aún conservan la costumbre de alimentarse con la dieta ancestral,  por ejemplo su desayuno consta de maíz y queso, su sopa de mote o cebada, luego ellos se van a la labranza de sus tierras de cultivo  caminando (es como hacer ejercicio), su almuerzo y cena consta de sopa y segundo que son guisos que son sazonadas con plantas aromáticas del lugar. No fuman, duermen sus 8 horas y se levantan muy temprano, llevan una vida sin stress, todos estos factores ayudan a la longevidad y que no padezcan de las enfermedades  de este siglo.
Pero cuando estos pobladores altoandinos se alejan de su dieta ancestral y comen frituras, gaseosas, pollo a la brasa, anticuchos, salchichas entre otras y no realizan ejercicios, duermen poco y se observa que ellos desarrollan enfermedades antes mencionadas.
Dentro de los alimentos ancestrales que comieron mis antepasados (los incas) fueron:
La Quinua (Chenopodium quinoa) es un alimento que posee 16 a 23% proteínas y carbohidratos. Entre los aminoácidos tenemos a la lisina, la arginina, histidina, metionina y cisteína. Posee hierro, calcio, fósforo. El año 2013 ha sido declarado como el Año Internacional de la Quinua por la Asamblea General de las Naciones Unidas en reconocimiento a las practicas ancestrales de los pueblos andinos que han preservado la quinua como alimento para las generaciones presentes y futuras.   
La Kiwicha  (Amaranthus caudatus), sus semillas contienen de 13 a 18% de proteínas, entre los aminoácidos posee la leucina, dentro de los minerales tenemos calcio, fósforo, hierro, potasio, zinc, tienen vitamina E y el complejo B
 El cuy (Cavia porcellus) es un mamífero roedor originaria de la región andina de América del Sur y alcanza  un peso de 1 kg. Su carne se caracteriza por tener 20% de proteínas y 7% de grasas. Una forma de cocinarlo es en agua, luego de ello se pueden hacer guisos o freírlos (esto es una modificación de la forma de preparación del cuy). El agua del hervido es rico en colágeno se puede tomar ese caldo con unas pocas gotas de limón.
La llama (Lama glama o Auchenia llama) es el camélido sudamericano más grande, se le utiliza  como productora de carne, lana y para trabajo. La carne posee 21,12 a 24,8% y de lípidos 1,21 a 3,7%.     
La alpaca (Vicugna pacos) es otro camélido sudamericano que los incas consumían, su carne tiene  18,93 a 19% de proteína, lípidos de 1,06 a 7,2%
 La papa (Solanum tuberosum) los tubérculos presentan un 78% de agua y un 18% de almidón, contiene vitamina C, riboflavina, tiamina y niacina, además posee calcio, potasio, fósforo y magnesio. Existen diversas variedades y de colores diferentes como por ejemplo, papa blanca, papa amarilla y papa morada.
El maíz (Zea mays) fue también el alimento principal de los incas, de proteína es de 9,4%, carbohidratos 74,2%, fibra 1%, lípidos 4,7%, posee minerales tales como: potasio 287 mg, fósforo 210 mg, magnesio 127 mg, manganeso, calcio, zinc, selenio, también posee vitaminas.
Recomiendo que cada región tienen sus propios recursos vegetales y animales que les sirven de alimentos, es por ello que cada uno debe de estudiar e investigar que comieron sus antepasados y tratar de seguir ese régimen alimenticio  ancestral.
En conclusión es mejor regresar a nuestra dieta ancestral para mantener nuestra salud y así evitaremos padecer de enfermedades tales como: cardiovasculares, obesidad, diabetes, cáncer, reumatológicas, neurológicas, osteoporosis, alergias alimenticias, alzheimer entre otras.

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